El objetivo central fue restablecer el sentido de pertenencia en este espacio vital para la ciudad. Para eso se desarrolló una etapa de prospección por la recopilación de información realizada en colaboración con el equipo y la comunidad. Este proceso no sólo proporcionó datos esenciales, sino que también se convirtió en la principal fuente de inspiración para las temáticas y diseños de los murales.
Adicionalmente, al mural, se realizaron: Un encuentro de grafiteros locales, dos talleres de Autogestión para artistas, y visitas guiadas de colegios a los murales.
El resultado final consistió en 46 murales que resaltan elementos del imaginario colectivo local y las emociones que conectan a las comunidades con los espacios habitados y transitados.